Por María Singla
Representantes de más de diez países se unen para reflexionar sobre los conflictos que atraviesan el teatro en distintas geografías.
El tercer Festival Internacional de Dramaturgia comienza el sábado y se extenderá hasta el 17 de junio. La propuesta buscó desde sus inicios destacar la impronta de la escena independiente local, única en el mundo, y llevarla hacia otros territorios, intercambiar experiencias sobre el modelo de gestión fuera del circuito oficial.
A diferencia de las ediciones de 2014 y 2016, sus organizadores decidieron separarse de las reflexiones puramente escénicas para comenzar a explorar los puntos de contacto que hay entre otras esferas artísticas y el teatro. Matías Umpiérrez, curador del festival, dijo que “es increíble el movimiento interdisciplinar que está sucediendo, que tiene que ver definitivamente con un gesto de la época, que es una constante profanación. Me parece que los artistas en ese sentido movemos las paredes de los lugares en los que estamos trabajando para crear nuevos universos y es algo importante para nosotros reflejar algo de eso en el festival”.
La línea curatorial del evento, entonces, gira en torno a la leyenda Estados Emocionales. “Tiene que ver con un montón de hilos que se desmembran justamente de la palabra Estado, que tiene que ver con los estados privados que podemos llegar a tener, pero también la figura política y la gobernabilidad por medio de la emoción, del miedo, de la euforia, por medio de cierta idea de patria, o no patria, o de lo global o no global”, cuenta Umpiérrez. A partir de estas premisas y junto con Malena Schnitzer y Melisa Santoro, el curador creó la Plataforma Fluorescente, un dispositivo que busca trascender el festival y construir una territorialidad, un espacio de creación global con artistas, creadores y creadoras de todo el mundo que entran en diálogo con la escena porteña. “Me interesa mucho pensar en esta época qué es lo transdisciplinar y sobre todo lo que despierta el prefijo trans. Hay una necesidad constante de entender, de clasificar y me parece que lo trans propone es ‘no entiendas, sentí que lo que está frente tuyo tiene vida propia, tiene propia autonomía y que tiene una necesidad expresiva de ser’, entonces para nosotros ese gesto es completamente fundacional para la Plataforma Fluorescente”, explica Umpiérrez
A través de este dispositivo, el evento plantea cinco recorridos.
Teatro
Dramaturgos de Uruguay, Finlandia, Croacia, Perú, y Brasil crearon mundos paralelos a partir de sistemas emocionales llenos de potencialidad. Su puesta en escena está a cargo de directores argentinos, que repiensan los textos para la geografía porteña.
Intervenciones Site Specific
A partir de fotografías de una casa en Vicente López, Abhishek Majumdar (India) y Maya Zbib (Líbano), que nunca visitaron la Argentina, crearon textos de ficción. A partir de dichos manifiestos, artistas locales intervendrán el espacio en la Quinta Trabucco.
Danza
Los coréografos Paula Rosolen (Alemania) y David Wampach (Francia) componen piezas a la distancia para ser reformuladas a más de 11 mil kilómetros de distancia.
Performance
El filósofo francés Paul Preciado se pone a jugar -otra vez- con los límites de los géneros, esta vez los discursivos, al crear un manual de instrucciones para dar una conferencia. Exponentes argentinos seguirán los pasos planteados desde Europa.
Artes visuales
El festival se verá atravesado por la exhibición descentralizada de Nacho Iasparra, cuya obra dialogará con el resto de las propuestas a través de los soportes gráficos del festival.
El programa completo está disponible en la web del festival.
Revista Kunst 